La hiperpaternidad

Hoy en día los padres se preocupan tanto por hacer a sus hijos perfectos y preparados para su futuro, metiéndolos a demasiadas actividades, lo cual los deja sin tiempo para ser lo que en verdad son: NIÑOS. Los niños por naturaleza tienen la capacidad de crear, imaginar, explorar y descubrir el mundo por ellos mismos si se les deja hacerlo, pero al quitarles esta libertad se les hace daño, creando niños deprimidos, ansiosos o con diversas enfermedades debido al exceso de trabajo y exigencia del entorno. Esto también se debe a que no se les permite conocer ni hacer actividades que a ellos de verdad les gusten, por lo que carecen de motivación y de satisfacción personal al hacer dichas actividades. Creo que parte de crecer y desarrollarse también es equivocarse, pero es tan grande la expectativa que tienen los padres sobre estos niños que muchas veces no se le permite fracasar, lo cual provoca niños que en un futuro serán personas con poca tolerancia a la frustración, con miedo a equivocarse y que muy difícilmente se recuperarán de un fracaso o equivocación. Los padres, sin darse cuenta, en lugar de ayudar a sus hijos les están haciendo un grave daño, pero la solución es empezar a dar un cambio a la educación de estos niños y dejar a un lado esta hiperpaternidad. ¡OJO! Esto no se refiere a dejar que los niños hagan lo que quieran todo el tiempo, sino encontrar un equilibrio en el que el niño en libertad pueda descubrir el mundo y su entorno y también a lo que en verdad se quiere dedicar y le gusta. Estos cambios implican un menor control en la atención hacia los niños y permitir que las cosas sucedan por sí mismas en lugar de forzarlas. Los niños no son robots, ni "proyectos" de los padres a los que se les puede decir que hacer y sentir, sino que son seres humanos a los que se debe de apoyar en su crecimiento y toma de decisiones, para que sean niños, y en un futuro, personas más felices y satisfechas de sí mismos, así mismo con una mejor autoestima.